jueves, 22 de enero de 2009

LA TIERRA HERIDA


Tendida en el suelo, abrazando esta tierra sangrante y palpitante de dolor mire la oscuridad en la noche eterna y maldita y busque con la mirada el silbido centelleante que engulle el alma y mata mi ser.
Un sonido ensordecedor salpico esta tierra cansada y herida y de sus adentros broto la muerte como brota una flor cuando incesantemente una tras otra las bombas caían en esa noche estrellada de miedo a morir.
Maldita guerra que estas aquí para apoderarte de mí.
Estas maldita porque estas llena de odio y de tu hinchado vientre nacerá la semilla que siembras en los campos de juncos sedientos de sed, te hecho una maldición porque me has robado el aliento de mi vida, la esperanza hecha cenizas agoniza en cada grito que mis labios expiran.
Estas aquí y has destruido mi hogar, has robado la inocencia perdida de mis hijos y de los hijos de mis hijos y de los hijos de los hijos de mis hijos, aquí estas, orgullosa de ti, tus negros y profundos ojos reflejan la soberbia que hechiza tus manos cuando escarbas ansiosa esta tierra sangrante dejando de lado el intenso dolor con olor a muerte que siembras en tus campos de juncos sedientos de sed.
He nacido aquí.
En esta tierra que desde tiempos inmemoriales grita de dolor cada vez que es violada y pisoteada, aquí tengo mi hogar, mi familia, un rebaño de Cabras y hasta un trocito de campo cultivado de Jazmín.
Esta tierra no es mía, pero tampoco lo es tuya.
Esta tierra pertenece al aire que exhala el aliento divino que late con fuerza en cada gota de lluvia que empapa en silencio la semilla que brota de tu flor interior.
Este pedazo de tierra ha nacido prisionera, encadenada de iras y lamentos y dolorida, en cada Luna llena, aúlla sedienta a su manada de Lobos y gritando clama por su libertad.
En esta noche eterna y maldita ráfagas centelleantes deslumbran mis pupilas como Luciérnagas que frenéticas bailan incansables el ritual sangriento de la danza de la muerte en este sacrificio humano como ofrenda al dios de la guerra y allá lejos, en la lejanía de este horizonte, otra bomba cae hecha trizas en el iris de unos ojos.

jueves, 1 de enero de 2009

EL PASO DEL TIEMPO

Con la mochila al hombro y las zapatillas rotas de tanto caminar retorne por el viejo sendero, el sendero de siempre, camino al hogar.

Un viejo Roble me dio la bienvenida extendiendo sus largos brazos abotargados, inertes, hasta tocar mi cuerpo con salvaje fragancia de sabia libertad.

Me senté debajo de aquel viejo Roble dejando que un pensamiento con sentimiento de mujer se elevase hasta cotas muy lejanas, distraída, melancólica, pensativa, dejándome llevar por cálidas aromas de sutil fragancia, por poesías inventadas que de vez en cuando cruzaban mi pensamiento como una Estrella fugaz que la miras sin haberla visto, todo mi cuerpo divagaba por espacios abiertos, por melodías inventadas, por la cálida brisa con aromas de mujer.

Si, aquel viejo sendero, el sendero de siempre, trajo a mi memoria el duro y cruel aprendizaje de los años de juventud, que complicado puede ser el mundo cuando no se sabe entender, si un día tu, todo lo ves del derecho al revés al siguiente y sin saber muy bien porque un revés te retendrá y retrocederás mil y una vez con la cabeza puesta del revés, te enredaras y enredaras, ¡seguro!, mas de una vez y así tu seguirás hasta que te sepas desenredar, girando y girando entonces tu ya estarás en una vida hecha solo para ti, mas entonces tu ya sabrás que una experiencia vivió aunque no se sabe muy bien si al derecho o al revés, mas si el aprendizaje de la vida es una experiencia como tal déjate de experimentos pues seguro que ahora mismo tu ya la experimentaras aunque nunca aciertes a adivinar si giras al derecho o al revés.

Una sonrisa se escapo de entre las profundidades de mis labios bañando en silencio la brisa del Mar, entremezclándose, confundiéndose entre la espesura de un paisaje imaginario, inexistente, majestuosidad de paisaje, sonrisa con sabor a risa, vida hecha solo para ti, viejo sendero con sensaciones de experiencias acumuladas en el transcurrir de un tiempo que jamás fue tiempo, viejo beso con sabor a caramelo, rayo de sol de oro viejo, viaja luna de plata incandescente, viejo caballero andante vieja dama errante, viejo libro, vieja canción.

Quisiste endulzar la vida mágica sed de caramelo envenenado, profundo sueño que veloz corres por mi mente, aturdimiento total y sereno, palabras encadenadas a unos labios olvidados, despedida sin principio y con final, música inexistente que brota de algún lugar, capricho de mujer serena, dulce brisa con aroma de mujer.

Viejo sendero como la vida misma cargado de experiencias de mujer, viejo Roble, viejo Mar.