SERENIDAD

Y llego la noche después de un largo día y con ella también llego el final de mi agonía.
La Luna llena en el Cielo, esa Estrella en el Firmamento, tu mirada descansando entre mis pupilas, mi sonrisa besando la suavidad de ese momento.
Y llego la noche y la calma de ese ajetreado día llego a su fin de la mano de tu melancolía, esa dulce melodía que suena dentro de mi vida y se cuela entrelazada entre tus abrazos.
Como poder gritarle a esa Luna caprichosa que la muy descarada me esta robando tus dulces besos aunque mis deseos se reflejen en su cara mas oculta.
Tus abrazos y mis besos, mi silencio y tu sonrisa se colaron en esa Estrella que mueve todo en el Firmamento.
Y llego la noche y la serenidad de ese momento jugando al escondite se coló a escondidas entre tus fantasías, como susurrarte muy bajito en mitad de todo este espejismo si por mucho que yo grite no dejara de ser espejismo aunque con un soplo de tu aliento se alboroten todos mis cabellos.
Como mirarte sin verte, sin saber que estas ahí para yo poder amarte, ni siquiera se si existes pero existirán para siempre tus besos, mis deseos y tus canciones.
Como mola saber que eres un Cometa, que estas en esa Estrella, que eres mi amigo, la vida y el destino nos impulsan a vivir realidades o fantasías que siempre han estado ahí para así poder experimentar con toda su intensidad.
Y llego la noche.

SENTIMIENTOS

Según cuentan y dicen las antiguas leyendas en la más profunda arena que cubre el inmenso desierto de los sueños esta enterrada la lagrima que emana del iris de tus ojos e inerte resbala por tus mejillas hasta tocar tus labios y humedecer el alma.

Estoy en mitad del ardiente desierto que quema mis ojos y seca mis labios y arrastra, casi sin quererlo, a mis cansados pies hasta el espejismo de tu innata presencia.

En este espejismo, casi ilusionado, extendí mi mano y con la punta de mi dedo fui dibujando el contorno de la silueta de tu presencia, un recuerdo casi imperceptible, se escapo por la hendidura, casi ajada, de un pensamiento interior y broto enfurecido, casi salvaje, arañando el tiempo y mordiendo mi ser.

Abrí la caja de los anhelos y saque un sueño solo para ti, en ese preciso momento me entregaste una parte del sueño inaudito que calma la herida sangrante y hechiza el instante maldito de un dolor interior.

Bebí en tus manos y calme mi sed y con ese ansia de desear, en el oasis de mis perdidos recuerdos desenterré, casi ilusionada, el preciso instante en el que se tocaron nuestras manos y se enmudecía el alma, con los ojos cerrados, temblando de imperceptibles sensaciones abrace tus recuerdos y los momentos perdidos en la memoria del tiempo brotaron en exclusiva solo para mi, los fui atrapando uno a uno abriendo los pétalos de todo mi ser y me empape toda yo de tu presencia interior.

Un enorme dolor, casi cautivador, abrazo mi cuerpo y tomo mi alma y tu larga ausencia me amo en secreto salvajemente y llore……….

En la cálida arena de ese profundo desierto de tus sueños escribí en letras grandes, preciosas:

"yo me llamo sentimiento”.