sábado, 27 de noviembre de 2010

HECHIZANDO EL MOMENTO



Agite con fuerza una bola de nieve y sus copos atrapados dispersos caían como polvo de estrellas en cada deseo hechizando el momento con un pensamiento.
Lentamente se abrió el puño cerrado batiéndose como alas de mariposa revoloteando entre pétalos abiertos de espacio infinito que se extendía en porciones por todo este tiempo atemporal que surgía y resurgía en cada halito de aliento cuando vivía el momento en cada bocanada de sueños tocado por polvo de estrellas que desprendían tus manos cuando soplaban al viento tus labios y en cada deseo pegados quedaban los copos de nieve que dispersos caían cubriendo de fantasía este espacio de tiempo atemporal.
Y en este espacio de tiempo atemporal, etéreo dentro de una bola de cristal, perpetúe entre las dunas manchadas de nieve el secreto enterrado grabado con hielo en la incierta inercia de este tiempo terrenal cuando imantado quedaba adherido al cristal.
Descalza cruce la desértica estepa de vidrio que separaba tus pestañas de tu inmensa mirada cuando creí haber encontrado el preciso momento de coger en mis manos el instante fugaz de un parpadeo que en el aire flotaba, en el, dejabase fluir lentamente el amplio paisaje fundiéndose en los copos de nieve que mostraban tus ojos de nuevo al abrirse en aquel parpadeo, fue entonces cuando cogiste aquel momento evanescente y lo tiraste muy lejos, allí, en mi deseo.
Y allí, en los sueños se aquel deseo escuche el latido de aquel sentimiento cuando hechicé el momento en aquel pensamiento.