lunes, 23 de marzo de 2009

SOÑANDO CON CARACOLAS


Soy coleccionista de caracolas y no he sentido nunca algo tan mío como cuando cada amanecer camino hasta la orilla de la playa y me pongo a buscar en la ribera que cubre el inmenso horizonte de cada despertar.
Colecciono caracolas, conchas marinas y alguna que otra piedrecilla de textura y formas extrañas que de vez en cuando encuentro esparcidas por aquí y por allí escondidas entre la arena que cubre la orilla del mar.
Me gusta levantarme temprano sentir el frescor en mi piel, me gusta buscar caracolas, su olor a mar, su suave tacto y su perlado color y si encuentro alguna esparcida por ahí la cojo entre mis manos y la saco del agua que baña la arena que cubre la playa que moja mis manos y me regala momentos de intensa paz y si prestas un poco de atención a lo que pasa a tu alrededor descubrirás entusiasmada y casi sin querer el suave misterio que encierra el murmullo de las olas de mar cuando acerques a tu oreja aquella caracola encontrada en el fondo marino que habita la tierra y se estremece al respirar.
Yo colecciono caracolas.