domingo, 28 de febrero de 2010

FANTASIAS DE LA NADA



En este preciso momento no se me ocurre nada que decir, nada que contar, nada de que hablar, nada es nada dentro de esta nada que inerte vagando por todo el espacio exterior ingrávida reposa tranquila esperando sentada en la punta estrellada que girando en cada bocanada de aire a mi alrededor exhalas con fuerza empañando con vaho todo el espejo en el que pintan mis dedos lo que la nada les dicta quedando atrapada en estas palabras quemadas, plasmadas con fuerza en la fantasía inventada cuando fundidas quedan conmigo en un pensamiento de volátil fugacidad.
Nada es cualquier cosa en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier circunstancia, pero el caso es que siento una etérea fascinación, casi enigmática, por ser parte de esta nada que caprichosa me envuelve dentro de este todo que es ser un minúsculo átomo de energía molecular de química y física cuántica flotando en este espacio sideral perdido dentro de esta insignificante fantasía que se volatiliza en el aire en toda su infinitud y en la nada se expande con total sutibilidad.
Desde tiempos inmemoriales hay perdidos, vagando por ahí, 3 días del calendario que sin ser nada lo son todo dentro de esta nada que se me antoja imparable en el apretado espacio infinito de este mes de Febrero que como todos los años a los días los deja colgados.
Es hora ya de partir hacia ningún lugar de este mes fugaz que sin más miramientos ahora mismito tus manos arrancan los días vividos de esta hoja del calendario y volteando del revés la pones dejando por el comino olvidados y sin contemplaciones un puñado de sueños y también de profundas realidades.
Si los días no existen más que en las hojas de los calendarios y nada es nada dentro de esta nada, pensando en todo esto y casi sin pensar en nada pensativa me quedo cuando yo me pregunto: si los días se pasan volando dentro de un calendario ¿se pueden vivir los días que no son nada de las hojas del calendario?.
Por si acaso yo en mi viaje, a cualquier sitio, a cualquier lugar donde la fantasía me arrastre y la nada me haga real me llevo conmigo en el equipaje de mano los días vividos y los que no son nada también.