miércoles, 25 de febrero de 2009

YO Y MIS PENSAMIENTOS

Anclada aquí, en la orilla de mis pensamientos inciertos decido buscar entre las rocas de esta magnifica montaña la esencia perdida en el horizonte de tu mirada inquieta.
Mis manos rozaron la nieve caída y mis labios besaron el aire del valle y extendí los brazos y uno tras otro los copos de nieve se perdieron entre mis dedos abiertos y se enredaron entre mis largos cabellos y se fundieron conmigo en un último aliento.
Alce la mirada y contemple la nieve caída, el blanco valle, la imponente cumbre de esta majestuosa montaña y sentí la calma en el pasado del tiempo, en el profundo grito de brisa que me roba hasta el ultimo aliento de vida y sentí la sensación del roce de tus pensamientos, aparte con mis manos las nubes, allí, en lo alto del cielo y un sentimiento oculto asomo entre la bruma del tiempo.
Mi mirada se poso en la brújula enterrada en la marisma de tus sueños y sentí el crepitar del silencio, allí, donde mi mirada no abarca el horizonte de la lejanía de este momento y corrí hasta cansarme por la espesura del suave manto de nieve que cubría el blanco valle y soñé dentro de esta ignota montaña y capture entre mis manos el perfume que encierra todo el misterio de mi vida eterna y los copos de nieve que caían y caían quedaron atrapados en cada arruga de este rastro de vida que dibuje dentro de esta imaginación en este mismo momento y alce la mirada y contemple los Lirios abiertos y toque la espesa niebla que se oculta tras las lagrimas de tu mirada incierta y soñé.
Más bien diría que estaba dentro de una ensoñación.