sábado, 18 de abril de 2009

EN ESTA PRIMAVERA DE LLUVIA



Ha llovido en esta primavera etérea y mi alma de niña recoge ilusionada la promesa hecha deseo en este estanque del pozo de los deseos cuando lanzo al viento aquella enigmática moneda y se estampo ingrávida en el fondo de mis sueños formando pequeños círculos de ondas hipnóticas que difuminaron el reflejo de este bosque de salvajes helechos.
En esta primavera lluviosa, donde el húmedo musgo cubre de verde las piedras de la orilla del riachuelo y mi alma de niña pequeña se enreda jugando, busco en el suelo una hoja caída y la poso sobre el agua fría de aquel riachuelo ¡y ahí va rio abajo! Como una intrépida exploradora se balancea sin miramientos en medio de la corriente aunque de vez en cuando se resbale entre los brazos de pequeñas olas formadas por unos cuantos rápidos, mas, en su intrépida aventura queda encallada sin poderse soltar entre el ramaje de insólitos arbustos desperdigados en la orilla de este rio cuando un soplo del viento la empujo al pasar, la sigo un buen rato y luego la dejo, mirándola con ojos misteriosos y sintiéndose aventurera de ella misma se embarca en silencios y descubre sueños.
Trepo a los arboles y correteando me escondo detrás de su tronco, juego a buscarte, persigo ilusiones y perfilo imaginaciones.
En esta primavera donde los días se alargan y las noches se cubren de eterno roció se eclipsa el alma cuando despunta el Alba, te cojo, te atrapo, te envuelvo y te arrastro a mi reflejo de mirada de niña y ya no te suelto en ese momento que lo hago mío.
Como me gusta ser pequeña otra vez, ponerme el impermeable, las botas de agua y salir a cazar ranas en los charcos de agua formados de lluvia caída que desdibujan en serpenteantes encantaciones los pequeños senderos que cubren este bosque de salvajes helechos.
Te busco, te encuentro y te robo ese sueño que lo arrojo en aquella estrella dentro de tu mirada inquieta.
En esta lluviosa primavera todo puede pasar, solo has de salir y ponerte a buscar.